El Granero Decimal de Lorca, al igual que los Graneros, dezmerías y Tercias de otros lugares, se estableció de modo definitivo en esta ciudad a mediados del siglo XVI para recoger y administrar los pagos en especie y en dinero que se hacían a la Iglesia sobre las cosechas y otros productos de la huerta y campo. El dinero y los frutos recaudados por este medio servían para, mediante el repartimiento de las denominadas “raciones”, mantener en parte al personal eclesiástico de la localidad, atender a las necesidades del culto y de los edificios religiosos y ayudar al sostenimiento de toda la infraestructura del obispado de Cartagena. Establecida esta dezmería junto al antiguo emplazamiento de la Iglesia de San Mateo (la actual plaza de abastos), en ese mismo lugar permaneció, sufriendo el edificio las lógicas modificaciones, hasta la extensión del pago de diezmos hacia 1836. De unos pocos años más tarde data la completa desaparición de la dezmería lorquina y de todos los empleados que la entiendan, entre ellos los administradores conocidos como “fieles del granero”.
LA RESTAURACIÓN
Construcción sobremanera sólida en su fábrica, distribuida de modo armónico con bóvedas de aristas, doce gruesos pilares y pasillo central, realizada como indican los informes “entre el siglo XVI y XVII, con materiales de la mejor calidad que se encuentran” tendentes “tanto a la mayor firmeza de la obra y a su hermosura como para la mejor conservación de los frutos”.
El edificio de forma rectangular, queda enclavado dentro de la trama urbana, manteniendo dos fachadas, una a C/ Cubo y otra C/ Padre Azor, esta compuesto por tres plantas, baja-semisótano con entrada independiente por padre azor y por el núcleo de comunicaciones con acceso desde la misma calle, planta principal con acceso de planta baja por la calle cubo y por el núcleo de comunicaciones con acceso desde la calle padre azor, planta alta con acceso por el núcleo de comunicaciones con acceso desde la calle padre azor.
El edificio constituido estructuralmente por muros de carga que configuran su planta rectangular, queda determinado y configurado por las crujías que corren perpendiculares a la c/ Padre Azor. La solución constructiva de los distintos forjados son diferentes en base a las soluciones dadas a los muros de carga que la sustentan, detal modo que: En la Planta baja-semisótano los muros se convierten en bóvedas de cañón sobre el que se apoya el suelo de la planta baja. Tal vez por el gran peso (grano) que tendría que soportar se adopta esta solución constructiva como garantía al uso al que se destinó. El techo de la planta baja o principal por el contrario, con muros de carga mas esbeltos y de sillería de piedra hasta una altura de 2,5 metros sobre la que continúan muros de mampostería, resuelve su techumbre con bóvedas de arista en crucería, estructurada longitudinalmente en 3 partes, permiten y orientan las bóvedas de crucería creada entre ambas.
Por ultimo la planta superior mantiene la continuidad de los muros cuya forma genera las pendientes de la cubierta, resuelta a base de vigas y tablas de madera, colocadas sobre los citados muros, al igual que en la planta baja perforados en tres puntos que prolongan la diafanidad de la planta de forma simétrica.
En el año 1996, se iniciaron las obras de restauración del Edificio Granero Decimal. Ese mismo año se redactó el proyecto de restauración, que corrió a cargo de los arquitectos D. Juan Bautista García Pedrero y D. Agustín Ancosta Benavent.
En dicho proyecto dividieron las obras a realizar en tres fases distintas:
- Consistente en la restauración y puesta en valor de la planta principal del edificio (planta baja con acceso por calle Cubo), y la fachada de dicha calle.
- Obras de restauración de la planta alta (Planta alta con entrada por la calle Padre Azor), la fachada de dicha calle, así como la cubierta del edificio.
- En esta tercera fase se acometen las obras de la bodega, con acceso por la calle Padre Azor.